Esta es la historia de Marta y Jona, pareja cuya complicidad es tan grande, que traspasa el objetivo de la cámara. Si a eso le sumamos el desparpajo y sensibilidad de su familia y amigos, solo queda darle al botón de grabar para obtener una película sublime y muy emotiva.
En la primera entrevista con la pareja, uno siempre va con incertidumbre, como serán los novios, cual es el lugar y el tipo de ceremonia, el salón de celebraciones, habrá damas de honor, música en directo…todas estas cosas son los ingredientes con los que cuentas para crear tu película. Tras este primer encuentro, he de reconocer que salí bastante contento, no es lo mismo grabar en una catedral que en un amplío y verde jardín, no por mejor o peor, sino por la emoción que transmite, en principio.
Al rato Jona se fue y Marta me dijo que si la podía ayudar, que quería dar una sorpresa al novio; Marta quería que la grabara leyendo una carta para su futuro marido, para ser reproducida justo antes de su entrada al (llamemosle así) altar. En ese momento mi cabeza empezó a funcionar y ademas del audio, grabamos una secuencia que tenía claro que iba a utilizar en el Teaser (que podéis ver al principio del hilo), y que sirve de introducción a la película completa.
Por supuesto, a la novia no le dije nada de mis intenciones, y le entregué el audio montado con una pieza musical, como ella quería, y que por cierto, fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. Después todo fue discurriendo con normalidad, fue una celebración muy emotiva, con momentos para reír y para llorar, sorpresas y hasta un mini concierto acústico.
Y es que a veces las cosas salen solas, el evento fluye con naturalidad y la película cobra sentido por sí sola.